El espanyolismo jamás olvidará el 16 de mayo de 2007, la última final europea que pudo disputar el Espanyol, en el Hampden Park de Glasgow y ante el Sevilla FC. Aquel día el club perico volvió a tener visibilidad den Europa, después de la dramática final de Leverkusen, pero lamentablemente en esta ocasión la copa tampoco voló para Barcelona.
Fue una jornada bonita por las calles de Glasgow, compartiendo momentos entre pericos y también con la animosa afición sevillista. Lamentablemente el destino nos uniría para siempre años después con las trágicas y lloradas muertes de Antonio Puerta y Dani Jarque.
El Espanyol mereció mejor suerte en aquella final, la injusta expulsión de Moisés Hurtado lo empezó a complicar todo. Pero imposible olvidar el golazo de Jonatas Domingos cuando la final ya se teñía de color rojiblanco.
Luego llegaron los penaltis y el resultado por todos conocido. Los pericos siempre hemos pensado que Europa nos debe una copa, desde luego que merecimientos para lograrla hemos hecho de sobras. En aquella edición de la Europa League, el Espanyol no perdió un solo partido.
Imborrables los llantos de los jugadores una vez acabado el partido, especialmente dolorosas las lágrimas de Luis García y Raúl Tamudo, los cuales no encontraban consuelo tras la derrota en los penaltis. El recibimiento de la afición perica en el estadio Olímpico, donde los jugadores volvieron a derramar un sinfín de lágrimas.
Estamos convencidos que volveremos a otra final europea, y será para levantar el trofeo de campeones que tanto nos merecemos.