Hoy hemos podido hablar con Adelina Jaques. Esta semana publicaba en las páginas de ´El Periódico de Catalunya” una preciosa carta que no tardó en hacerse viral. En ella contaba como su padre, enfermo de Alzhéimer, después de 47 años de socio se vio obligado a dejar de serlo por la enfermedad. Miquel, que ha cumplido 80 años, pudo vivir una jornada preciosa en el RCDE Stadium gracias a la iniciativa de su hija. Tras escribir un correo dirigido al Espanyol, se topó con una bonita sorpresa. Así nos lo cuenta ella.
¿De qué manera surgió la idea?
Yo escribí un correo al Espanyol porque mi padre había sido socio muchos años, pero debido a la enfermedad tuvo que dejar de serlo. Yo pedía un pequeño detalle, sin especificar, para que tuviera un bonito recuerdo. No esperaba que me respondieran, pero a los dos días recibí una llamada de Jaume Martínez diciendo que se había leído el correo y me dijo que qué necesitaba. Le dije que un balón firmado estaría bien, él me dijo que eso estaba hecho, pero que qué más podían hacer. Le dije que pisar el césped del estadio estaría bien y todo fueron facilidades.
¿Cómo fue la visita al estadio?
Nos hicieron un recorrido por el estadio, por el museo, vimos la sala de reuniones, las gradas, pudimos estar en los vestuarios, en los banquillos, estuvimos en todas partes.
¿Cómo lo vivió tu padre?
Esta enfermedad es muy complicada. Él no paraba de decir que había jugado y lo iba repitiendo todo el rato. Supongo que algo sí que le quedó y con esa idea lo hicimos. Cuando se sentó en el banquillo se sintió diferente, como si fuera otro.
Imagino que fue bonito para vosotros poder compartirlo con él.
Verlo volver al estadio que había ido cada semana fue bonito. Ahora no puede ir porque nosotros no podemos acompañarle, pero fue muy emotivo para todos, también para sus nietos. Fuimos con mi marido, mis dos hijos y mi madre. Le acompañamos todos.
¿De dónde le viene este sentimiento perico a tu padre?
Él había jugado en el Girona, en el Sitges, en el Palamós, es futbolero acérrimo. Aquí en Catalunya hay dos clubs, uno que triunfa y otro que es más “pobre”. Mi padre siempre ha tirado por el Espanyol, por ese sentimiento de club y de hermandad. Ha sido un defensor del club a muerte. Su entorno, que eran todos culés, lo machacaban cuando el equipo perdía, pero él lo ha defendido siempre, como un gran luchador.
Adelina agradece al club el gran trato recibido.
Ver el trato de la institución fue espectacular. Me quedo con eso, nunca lo hubiera imaginado. Jaume Martínez estuvo todo el rato pendiente de él. Estamos muy agradecidos por haber podido vivir esto. Con las fotos que imprimiremos se lo iremos recordando.
¿Cómo es la lucha diaria contra algo tan duro como el Alzheimer?
La que más lo sufre es mi madre. Es la que lleva todo el peso. Yo pensaba que lo llevaría peor. Mis hijos lo quieren mucho y para ellos tener que ver a su abuelo de siempre así es complicado. Por lo menos pudimos pasar un día bonito.
Moltes felicitats al RCD , per aquest gest tan maco i força anims a la familia
Es un orgullo que mi club actúe de esa manera tan fantástica con una persona que sufre esa enfermedad tan devastadora como es el Alzheimer.
Pero también pienso que los hijos podrían llevarlo aunque sea una vez al mes a algún que otro partido y si no los nietos. En un caso sin buscar un rincón en la agenda siempre es factible.
Orgull d’entitat, la satisfacció inmensa que es transmet a un malalt d’Alzheimer i familia no té aturador, les grans diferències no es noten només en fanfarronades, es viuen en els sentiments. Gràcies i visca el nostre RCDE.