El Espanyol se juega más de media vida mañana ante el Valencia en Mestalla. Los de Luis García necesitan ganar los dos partidos restantes para lograr el objetivo de mantener la categoría. Tras la victoria en Vallecas y el épico empate ante el Atlético de Madrid, la afición perica cree y está totalmente volcada.
Aproximadamente, 1.000 pericos acompañarán al equipo en las gradas de Mestalla. Una parte del estadio valencianista se teñirá de blanquiazul. Los jugadores no estarán solos y contarán con el incondicional apoyo de una hinchada que no se rinde. Además, con la grada de animación local cerrada, el ruido de los pericos seguro que será atronador.