Son la doble J perica. Javi y Joan. Joan y Javi. Puado y García. Uno intenta liderar y marcar goles. Su compañero se deja la piel por defender una portería sagrada desde los tiempos de Ricardo Zamora. Ambos son productos de la Dani Jarque, nuestra gran academia. Son pericos y alardean de ello con ese plus sentimental que únicamente ostentan quienes se han formado en la gran casa blanquiazul y diariamente, cuando llegan a la Ciudad Deportiva, topan de frente con la estatua del eterno capitán.
En una época de vacas flacas, donde el único recurso posible es recurrir a las cesiones, con el peligro que ello comporta, resulta aleccionador que dos de los nuestros representen un doble patrimonio para los pericos. Primero el patrimonio sentimental de que la cantera tenga tan grata y brillante representación en el primer equipo. Y la segunda, en un mundo tan material como el futbolístico, el patrimonio de dos jugadores con mucho valor de mercado.
A nivel de futuro, con Joan podemos estar tranquilos. De entrada, le disfrutaremos esta temporada y luego Dios y las libras, o los euros, pondrán a cada unos en su sitio. El portero de Sallent tiene un contrato largo y, caso de salir, dejaría mucho dinero en caja. Con Javi la situación es algo más inquietante. Acaba el 30 de junio y su progresión le llevará a recibir suculentas propuestas de otras entidades, no me cabe la menor duda.
Confiemos que la del RCDE sea la más atractiva. Posiblemente no lo será en lo crematístico, pero hay otros condicionantes que también suman en la vida de una persona y ojalá Puado también los valore en su justa medida. Me da la impresión que no será de los que nos deje tirados. El tiempo, los representantes y el paso de los partidos nos irán sacando de dudas. Joan y Javi, Javi y Joan, la doble J, dos yernos perfectos para cualquier madre y dos baluartes para la gran pericada.
